viernes, 19 de julio de 2013

Capítulo 7

Partida


-¿COMO AHORA?

-Si, ahora. - Abrió la mochila y sacó un puñado de telas rotas. - Ponte esto.

-Espera, ¿QUÉ? - Me quedé mirando el montón de ropa, anonada.

-Pues eso. En cinco minutos, vuelvo. Voy a dar una vuelta por ahí abajo. Mete aquí todo lo que quieras llevar. -Me tendió su bolsa. - Aunque no creo que necesites mucho. Hasta ahora.

Dicho esto saltó por la ventana. Me quedé sola en la habitación, pensando. Al cabo de medio minuto me puse en marcha. Cogí la ropa y me cambié. Me di cuenta de que no estaba muy rota, y se parecía a la que tenía en casa. Era una camiseta, unos pantalones, un cinturón con un puñal, y unas botas de goma bastante cómodas. Todo de color negro.
Cogí el colgante que me dejó Elisa en la caja. Me le puse, y me guardé la llave en un bolsillo del pantalón.
Me senté en la cama, a pensar, en lo que venía Jake. Jake. Personaje curioso, Jake. Jake. 

No me podía quitar ese maldito nombre de la cabeza. Jake. Jake. 

Me fui al baño, con intención de calmarme un poco. Me lavé la cara, me puse una coleta mal hecha, y me miré al espejo. Estaba más... más yo. Si vestidos, con ropa de chico y mal peinada. Sonreí, al acordarme de cuando estaba en casa. Lo echaba de menos. Y echaba de menos a mi hermano.
Hasta ahora no me lo había preguntado, pero, ¿qué dirían al notar que no estaba? No he aparecido por casa en todo el día. ¿Qué dirán mis padres?

Me intenté quitar ese pensamiento de la cabeza intentando hacerme una trenza en vez de la coleta mal hecha. Pero seguía sin dejar de pensar en mis padres. Frustrada, deshice al trenza y me dejé el pelo suelto. En ese instante oí un golpe procedente de la habitación. Me asomé. Jake.

-¿Ya está lista la dama?

-Menos guasa, chaval.

-Oh... Resulta que ahora la dama es una de armas tomar - Rió

-Cállate.

-Venga, vamos. Que hay prisa. - Cogió la mochila y se subió a la repisa de la ventana - ¿Vienes?

-Claro.

-Pues venga, salta. - Y desapareció. Me asomé por la ventana y le vi en el árbol donde me lo encontré por primera vez. - ¿Vienes o qué?

Miré atrás. Una tromba de recuerdos vinieron hacia mi. Agité la cabeza, y salté.

-Vaaaya. Así que sabes saltar. Esto es nuevo.

-Menos guasa. ¿No tenías prisa?

-Si, pero un par de chistes malos siempre vienen bien. - Dicho esto me guiñó el ojo y bajó por el tronco del árbol. 

Le seguí, intentando no caerme. Creo que perdí un poco de práctica, después de todo. 

-Oye Jake, por donde hay qu... - Me puso la mano en la boca y me empujó contra la pared. Abrí mucho los ojos y le miré, preocupada. Jake miró a su derecha, sin prestarme atención. Alguien pasó cerca nuestro. Estaba acojonada. ¿Qué estaba pasando? 

Esperamos un par de minutos, y finalmente me soltó. 

-No vuelvas a hablar, ¿vale? Tu solo sigueme. - Me ordenó, susurrando.

-¿Pero quién era ese? - Aún estaba algo asustada. 

-Guardias. Vamos. - Dicho esto se puso a andar, dirección al bosque.