Prólogo
-Señor, les he lanzado un ultimátum a los Trece. Aun así, siguen rebelándose contra vos.
-Bien. Veo que esos engendros no saben razonar. Bien, prepara otro ataque. No más de 100 hombres. Aun falta mucho para la batalla final... Ella aún no esta aquí.
-Como ordene, mi señor... Pero querría informarle de que...
-Vete.
-Como ordene, majestad.
-Bien.
En ese instante el salió de la sala. Y Algon rió.
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